La polémica, el cruce de declaraciones y los excesos gramáticos se han convertido en el día a día de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que en los últimos tiempos cuenta sus enfrentamientos en igual número que sus respuestas a la Prensa. El último se ha producido hoy mismo con el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, a raíz de unas cifras sobre el colectivo de autónomos. Díaz, en un acto institucional de la UE, presumía de que gracias a la buena gestión de su Ministerio y a la reforma laboral “se ha alcanzado una cifra récord en el número de autónomos”, en detrimento de lo que hizo el Gobierno del PP de Mariano Rajoy durante la gran crisis financiera que tuvo que afrontar en 2012, “por la que se perdieron 500.000 autónomos. Ahora el Gobierno ha salvado a uno de cada dos cuando con la pandemia se pusieron en marcha mecanismos para dar protección a 1,5 millones”.
Y la contestación no ha tardado en llegar. A Díaz -que ha hecho estas declaraciones a su llegada a la conferencia sobre el Pilar Europeo de Derechos Sociales que se celebra en La Hulpe (Bélgica) y en la que se firmará una declaración interinstitucional conjunta entre la Comisión Europea, el Consejo de la UE, la Eurocámara, los agentes sociales e instituciones de la sociedad civil (no así las patronales) sobre la futura agenda social de la Unión Europea- le ha respondido de inmediato Amor a través de las redes sociales, porque “las cifras son inexactas, fruto supongo de la campaña electoral”.
A través de la red social X (Twitter), el presidente de ATA le ha reprochado que ahora “no hay cifra récord de autónomos. Se alcanzó en 2007 con más de 3,4 millones”; y tampoco desaparecieron 500.000 autónomos a partir de 2012. “Se perdieron entre 2008 y 2011”, achacando directamente la pérdida de ese número de trabajadores por cuenta propia al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Amor ha explicado a LA RAZÓN que “una ministra debería tener actualizadas y claras las cifras que utiliza antes de lanzarse a hacer ese tipo de manifestaciones que la desacreditan. Sabemos que la presión electoral es muy importante, pero con las cifras debemos ser siempre muy exactos, no usar cifras inventadas”.
La tensión con las patronales ha ido en aumento desde que firmaron juntos la reforma laboral en 2021, fruto de los desencuentros continuos sufridos por ambas partes, que han desembocado en que ni CEOE ni Cepyme han vuelto a rubricar ninguna propuesta ministerial, incluidas las últimas subidas del salario mínimo interprofesional. En La Hulpe, Díaz ha vuelto a la carga y ha espetado a los periodistas que “las cotizaciones sociales son de los trabajadores y de los empresarios, pero parece por lo que escuchamos que sólo cotizan los empresarios. Las cotizaciones son el principal elemento de protección social de los trabajadores”.
También ha puesto en duda la representatividad institucional de las patronales europeas, a las que ha dicho que necesitan “comprometerse con el diálogo social” y con que los “derechos de los trabajadores sean los propios del siglo XXI. Necesitamos patronales europeas comprometidas con el diálogo social, comprometidas con un diseño europeo en el que los derechos de los trabajadores y las trabajadoras tienen que ser propios del siglo XXI”. En este sentido, ha acusado a las patronales de haberse “descolgado” de la firma de esa declaración de La Hulpe, lo que calificó de “absolutamente incomprensible”.
Para rematar su ataque, ha cargado directamente contra la patronal española y contra su presidente, Antonio Garamendi, al que ha acusado de “jugar con propuestas propias de Milei”, en referencia, de nuevo, a la sugerencia de Garamendi de que sean los trabajadores los que reciban su nómina mensual completa para que, de esa manera, sean ellos quienes ingresen ante la Seguridad Social sus cotizaciones. “No hay país serio en el mundo en que se avance en un modelo de ‘le entrego su salario y búsquese la vida’. Esto es el sálvese quien pueda inadmisible”.
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