Calibre 40 mm para enfrentarse al párkinson

Calibre 40 mm para enfrentarse al párkinson

El párkinson es un enemigo temible: cada año ataca a unas 10.000 personas en España. Un enemigo contumaz: hasta que la Ciencia no lo remedie, acompañará a cada una de sus víctimas el resto de sus días; de hecho, éstas morirán con párkinson, no necesariamente de párkinson. Un enemigo invisible y esquivo: no hay dos casos idénticos y afecta a un cada vez más amplio rango de edades…

Ante tal contundencia, a los enfermos les queda asumir la realidad y dar la cara con todas las armas a su alcance, con la ayuda de médicos, fisioterapeutas, familia… y deporte; todo lo posible y más si es tenis de mesa, que reúne las condiciones ideales para enfrentarse al párkinson. Con una pala y una pelota de plástico de 40 mm como munición basta.

Así se puso de manifiesto en la mesa redonda «Tenis de mesa y párkinson» celebrada en el CEIP El Sol de Madrid y organizada por el Club Distrito 20 TM con la colaboración de Club Deportivo Básico Fénix TT. Una llamada a la resistencia en la que participaron los neurólogos Raúl Martínez Fernández y Agustina Ruiz Yanzi, del Centro Integral de Neurociencias AC HM CINAC; el periodista Javier Pérez de Albéniz (enfermo de Párkinson y subcampeón mundial de este deporte en su categoría); Rocío López Olivares, fisioterapeuta y coordinadora del equipo deportivo en la Asociación Parkinson Madrid; Anghelys Moreno Ortega, entrenadora en la misma asociación y del club Majadahonda TM, y Francisco Quiñones, jugador del club de Talavera de la Reina también enfermo.

En la presentación del acto, Federico Drago, presidente de Distrito 20 e impulsor de esta iniciativa, defendió los «beneficios físicos y mentales» que reporta el tenis de mesa a quienes lo practican, y en especial a los jugadores que padecen párkinson. Beneficios que enumeraron y explicaron los ponentes.

Mejoría general

El primero, el doctor Raúl Martínez, que insistió en que el deporte «es doblemente bueno para quienes sufren una enfermedad crónica. «Tenemos muchos tratamientos, farmacológicos, quirúrgicos, etc. Y, por supuesto, la actividad física. Suena un poco a tópico, pero este tema está respaldado por evidencia científica muy amplia y abrumadora. En particular, en la enfermedad de párkinson, muestran que la actividad física mejora la situación global, motora y no motora, del enfermo. De hecho, incluso hay estudios que sugieren que incluso podría haber un efecto neuroprotector», mejora el ánimo, los reflejos, los circuitos neuronales… Es decir, hacer actividad física “genera cambios en tu cuerpo, en tu cerebro, tiene un efecto neuroprotector. No solo estás mejor, sino que tu cerebro se deteriora menos. Independientemente de si tenemos párkinson o no, el ejercicio es algo a lo que tenemos que prestar mucha atención y dedicar esa parte del día, si se puede todos los días, a cuidarlo, porque garantiza una mejor evolución a las personas con párkinson y a la gente en general”.

Por su parte, la doctora Agustina Ruiz hizo alusión a los estudios científicos ue demuestran que los enfermos que practican el tenis de mesa tienen buena “adherencia” al deporte: “Esto probablemente tiene que ver con algo que no se trata solo de una tarea, de tengo que hacer esto.. Es algo divertido, lúdico, y tiene el extra de la competitividad”. Hay otros estudios que demuestran, según la doctora, que el tenis de mesa mejora su estado motor y el ánimo, algo que vincula a que al mismo tiempo una actividad social que permite al enfermo interactuar con otras personas y mantenerse activo, y todo lo que sea interactuar con la gente siempre mejora el ánimo. También desde el aspecto cognitivo, cuando digo cognitivo, me refiero también a la memoria”.

“El tenis de mesa me salvó la vida”

Javier Pérez de Albéniz aseguró que tras ser diagnosticado de parkinson “estaba tocado, y a efectos de salud el tenis de mesa me salvó la vida”. Se enganchó al tenis de mesa por casualidad y empezó a jugar dos horas cada día, “dos horas en que era feliz, salía pletórico”. Ahí se inició una peripecia vital y una cadena de circunstancias que le llevaron a ser subcampeón del mundo y a contar su experiencia en “Los reveses”, pero tiene claro que “si no hubiese existido el ping pong el párkinson habría sido otra cosa, una enfermedad mucho más dura”. Pérez de Albéniz vio y ve en el tenis de mesa “un deporte perfecto, lúdico, inclusivo, barato, seguro. Las ventajas eran todas: tenía un mejor movimiento, mejor equilibrio, mejor concentración, dormía mejor y además ayuda a combatir la depresión. Siento que estoy mucho mejor y te ayuda a ver el parkinson de otra manera”.

Anghelys Moreno comentó cómo trabaja en sus entrenamientos para activar no solo los movimientos de los pacientes, también su actividad neuronal y cognitiva. Rocío López explicó la labor de 30 años de la Asociación Parkinson Madrid para mejorar la calidad de vida de los enfermos. Entre las nuevas actividades se encuentran las clases de tenis de mesa, desde el convencimiento de lo mucho que pueden servir de estímulo físico y psicológico para los participantes.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *