Cómo conservar las nueces para que no se echen a perder: mantén su frescura y sabor

Cómo conservar las nueces para que no se echen a perder: mantén su frescura y sabor

Las nueces son un
alimento bastante beneficioso por distintas razones. En primer lugar, están
cargadas de grasas saludables, específicamente, grasas monoinsaturadas y
poliinsaturadas. Estas grasas son claves para la salud cardiovascular, ya que
pueden reducir el colesterol. Pudiendo además servir de prevención frente a
algunas enfermedades, como la diabetes o -incluso- el cáncer.

Además, las nueces son una excelente fuente de fibra; un
nutriente crucial para mantener una buena digestión y controlar los niveles de
azúcar en la sangre. Este beneficio puede ser especialmente útil para las
personas que intentan perder peso, ya que la fibra puede ayudar a sentirse
saciado, evitando el picoteo entre comidas, un hábito que puede dificultar la
pérdida de peso.

Las nueces también tienen un alto contenido de Omega 3 de
origen vegetal, que ha sido vinculado a menudo con menor adiposidad. Por
último, pero no menos importante, las nueces son conocidas por su capacidad
para mejorar tanto el sistema digestivo como el cardiovascular. Las nueces también
pueden potenciar la memoria y favorecer un mejor sueño. Esto se atribuye a su
capacidad para estimular la producción de melatonina, la hormona que regula el
sueño.

Es clave recordar que, aunque las nueces son un elemento
esencial en una dieta de adelgazamiento, deben consumirse con moderación debido
a su alto contenido calórico. Así, la cantidad diaria recomendada de nueces es
de 30 a 45 gramos. Consumir esta cantidad permite aprovechar los beneficios de
las nueces sin excederse en la ingesta de calorías. Otra precaución que también
debemos tener en cuenta es que, para disfrutar de todos los beneficios que las
nueces aportan, es vital entender cómo almacenarlas correctamente.

Cómo conservarlas adecuadamente:

Puede ser común guardar las nueces simplemente en la
despensa o en el armario, sin embargo, esto podría no ser la opción más beneficiosa. Debido a
su alto contenido de grasas no saturadas, las nueces expuestas a la luz, al
oxígeno y al calor en un armario pueden volverse rancias rápidamente. Lo más aconsejable es almacenar las nueces en un recipiente
hermético y guardarlas en la nevera. Este enfoque puede prolongar la frescura
de las nueces hasta por cuatro meses, preservando no solamente su sabor, sino
también sus valiosos nutrientes.

Si se desea mantener las nueces por un período aún más
extenso, de hasta un año, serán necesarias algunas precauciones adicionales. En
tal caso, envuelva las nueces en plástico, colóquelas en una bolsa hermética,
etiquétela correctamente y guárdela en el congelador. Cuando decida consumir
las nueces, simplemente retírelas del congelador unas horas antes y déjelas
alcanzar la temperatura ambiente. Cabe mencionar -eso sí- que después de tanto tiempo en el
congelador, las nueces podrían haber perdido algunas de sus propiedades
nutricionales.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *