Con dos huevos: consumir un par por día no tendría efectos adversos en el colesterol

Con dos huevos: consumir un par por día no tendría efectos adversos en el colesterol

En
nuestro país se consumen, en promedio, 131
huevos por
persona y por año y forman parte esencial de la gastronomía. Ya
sean huevos fritos, cocidos o en la tortilla, el problema es que muchos dudan
en comerlos
por temor a que puedan elevar los niveles de colesterol y ser perjudiciales
para la salud
del corazón. Sin embargo, los resultados de un ensayo
controlado presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de
Cardiología muestran lo contrario.

Un
equipo liderado por Nina Nouhravesh, del Instituto de Investigación Clínica
Duke en Durham, ha analizado un total de 140 pacientes con alto riesgo de
enfermedad cardiovascular. El objetivo era evaluar los efectos de comer 12 o
más huevos fortificados a la semana versus una dieta sin huevo (consumir menos
de dos huevos a la semana) sobre el colesterol HDL (el “bueno”) y el LDL (el “malo”),
así como sobre otros marcadores clave de la salud cardiovascular durante un
período de estudio de cuatro meses.

“Sabemos
que la enfermedad cardiovascular está, hasta cierto punto, regulada por
factores de riesgo como la presión arterial alta, el colesterol alto y el
aumento del índice de masa corporal (IMC) y la diabetes – señala Nouhravesh -.
Los patrones y hábitos dietéticos pueden tener una influencia notable en estos
y ha habido mucha información contradictoria sobre si los huevos son seguros o
no para comer, especialmente para las personas que tienen o están en riesgo de
padecer enfermedades cardíacas. Este es un estudio pequeño, pero nos da la
seguridad de que comer huevos fortificados está bien con respecto a los efectos
de los lípidos durante cuatro meses, incluso entre una población de mayor
riesgo”.

Los
huevos son una fuente común y relativamente económica de proteínas y el equipo
de Nouhravesh quería analizar específicamente los huevos fortificados, ya que
contienen menos grasas saturadas y vitaminas y minerales adicionales, como
yodo, vitamina D, selenio, vitamina B2, 5 y 12, y ácidos grasos omega-3.
Con
esto en mente se dividieron 140 voluntarios (todos mayores de 50, con una edad
promedio de 66 y la mitad eran mujeres) en dos grupos: el primero debía comer
12 huevos fortificados por semana (hecho de la forma que eligieran), mientras
que el segundo grupo comería menos de dos huevos de cualquier tipo
(fortificados o no) por semana.

Todos
los pacientes habían experimentado un evento cardiovascular previo o tenían al
menos dos factores de riesgo cardiovascular, como presión arterial alta,
colesterol alto, aumento del IMC o diabetes. El criterio de valoración primario
fue el colesterol LDL y HDL a los cuatro meses. Los criterios de valoración
secundarios incluyeron biomarcadores lipídicos, cardiometabólicos e
inflamatorios y niveles de vitaminas y minerales.

Los
resultados mostraron una reducción de -0,64 mg/dL y -3,14 mg/dL en el
colesterol HDL y en el colesterol LDL respectivamente, en el grupo de huevos
fortificados. Si bien estas diferencias no fueron estadísticamente
significativas, los autores señalan que comer 12 huevos fortificados cada
semana no tuvo ningún efecto adverso sobre el colesterol en la sangre.

“Si
bien este es un estudio neutral – afirma Nouhravesh -, no observamos efectos
adversos sobre los biomarcadores de la salud cardiovascular y hubo señales de
beneficios potenciales de comer huevos fortificados que justifican una mayor
investigación en estudios más amplios”.

Más
amplios y diferentes la verdad, ya que hay datos que requieren un análisis más
profundo. Por ejemplo, en el grupo que comió los 12 huevos, los pacientes con
más de 65 años y aquellos con diabetes, mostraron un incremento en los niveles
de colesterol HDL y reducciones en el colesterol LDL.

Otro
dato importante es que se trata de un análisis sobre 140 personas, un universo
muy pequeño y cuatro meses, también resulta un espacio temporal muy breve. A
esto hay que sumarle que los científicos dependían de los propios informes de
los pacientes sobre su consumo de huevos y otros patrones dietéticos. También
fue un estudio no ciego, lo que significa que los pacientes sabían en qué grupo
de estudio estaban, lo que puede influir en sus comportamientos de salud. Y,
finalmente, y uno de los factores más importantes: el estudio fue financiado por
la empresa Eggland’s Best, una compañía que, no es ninguna sorpresa,
comercializa huevos.

Con
todo esto, lo más recomendable es que las personas con enfermedades cardíacas
hablen con su médico sobre una dieta saludable para el corazón.

El
estudio se presentará el 6 de abril en la Sesión Científica Anual del Colegio
Americano de Cardiología. Su título es Evaluación prospectiva de huevos
fortificados relacionada con la mejora en el perfil de biomarcadores para su
salud: resultados primarios del ensayo PROSPERITY (Prospective Evaluation of
Fortified Eggs Related to Improvement in the Biomarker Profile for Your Health:
Primary Results from the PROSPERITY Trial).

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