“Desventajas de vivir en España”: una “influencer” americana cuenta lo que menos le gusta de nuestro país

“Desventajas de vivir en España”: una “influencer” americana cuenta lo que menos le gusta de nuestro país

Con la llegada de las redes sociales, ahora cualquier persona puede compartir sus impresiones con los demás de manera pública y global. Cada vez más, proliferan los vídeos de extranjeros que se van a vivir a otros países y documentan sus experiencias y sensaciones de la nación de acogida.

España vista desde los ojos de una “guiri”

Es el caso de Katie, una joven de los Estados Unidos (EE UU), que también se da a conocer en redes sociales como “Katie the Guiri”, y está alcanzando gran repercusión en los últimos meses a través de la plataforma de TikTok.

Katie se está dedicando a documentar toda su experiencia viviendo en España, con sus más y sus menos, y no se corta un pelo, tanto a la hora de elogiar como para criticar algunas costumbres o formas de comportamiento que ve en nuestro país. También da consejos y recomendaciones acerca de cómo viajar por la Península o sobre cómo realizar tareas cotidianas que a un extranjero le puedan resultar nuevas.

Lo peor de vivir en España

Katie comienza el vídeo aclarando que, aunque le encanta vivir en España, “no todo iban a ser sol y piruletas”. Comienza con un tópico centenario, pero del que parece que no nos hemos podido librar: “Lleva más tiempo hacer las cosas”. Se refiere a trámites burocráticos y otras tareas cotidianas, como conseguir que venga el fontanero a arreglar la falta de agua caliente.

Se queja de que intentó instalar un rúter en casa para tener conexión a internet, y aseguraba que en EE UU tan solo acude a la tienda, lo compra, y Santas Pascuas. Pero que aquí, es España, tuvo que ir hasta el comercio de telefonía, rellenar una pila de formularios y esperar dos semanas a que enviasen un técnico que, de hecho, nunca llegó a acudir.

Todo un clásico al más puro estilo “Vuelva usted mañana” de Mariano José de Larra, una historia que publicó el articulista de costumbres hace casi 200 años criticando la lentitud de la burocracia española, y que no parece muy alejada de la realidad actual que describe Katie. En el relato, Larra cuenta la historia de un amigo suyo francés que quiso venir a España para invertir en negocios, pero que, después de recibir muchos “vuelva usted mañana” como respuesta a muchas peticiones, se marchó un par de años después, decepcionado con el papeleo nacional.

También se quejaba la “influencer” de que todos los supermercados cerrasen los domingos por la tarde. Llegó a asegurar que “daba por perdido” este día de la semana, resignándose a cocinar con “cualquier cosa” que tenga por casa. Hacer una compra de manera previsora para toda la semana, al parecer, no es una opción que haya contemplado.

Criticaba, como tantos ciudadanos, el paro elevado y los impuestos altos. Aunque aseguraba que “es muy difícil encontrar trabajo”, elogiaba que “existe una muy buena atención sanitaria”.

Acostumbrada a una vida llena de electrodomésticos y consumo sin control de electricidad y recursos en América, se quejaba igualmente de “falta de comodidades” en España. Una de las cosas que más echa de menos, al parecer, es “su secadora”, y se duele de que aquí tiene que tener cuidado de “lavar la ropa cuatro o cinco días antes de querer utilizarla”.

Además, afirmaba sin ningún reparo que en EE UU estaba acostumbrada a poner el aire caliente en invierno a alta potencia, por lo que los interiores de aquí a veces le resultan fríos en invierno, como es lógico.

El punto más polémico es que ha observado que en España no hay tanta “diversidad de colores de piel” como en Estados Unidos, por lo que cree que estamos menos acostumbrados a ver personas de diferentes tonalidades.

Cabe señalar que, en otro vídeo que compartió hace meses, se quejaba también de la cantidad de apelativos que utilizamos los españoles para referirnos los unos a los otros. “Todo el mundo tiene un nombre o dos, apellidos y, encima, motes”.

En él, afirmaba que “no entiendo cómo se encuentran en redes sociales. En EE UU yo era una experta en espiar a la gente por redes, pero aquí es imposible”.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *