La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y varios presidentes autonómicos del Partido Popular debaten este lunes sobre la ley de amnistía en una sesión de la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado a la que no asistirá ningún miembro del Gobierno.
La proposición de ley orgánica de amnistía se tramita en el Senado en otra comisión, una conjunta entre la Constitucional y la de Justicia, pero el PP, con mayoría absoluta en la Cámara, promovió un debate paralelo en la de Comunidades Autónomas acerca del “contenido autonómico” de esa iniciativa legislativa.
La reunión de la comisión se ha convocado para debatir y votar el informe propuesto por el PP sobre ese impacto autonómico de la ley de amnistía, un texto que considera que esta norma es de “manifiesta inconstitucionalidad” y deja desprotegido al Estado autonómico al sentar “un precedente muy peligroso” para su propia supervivencia. Ese informe cuenta con votos particulares del PSOE, de ERC y de Junts, que se oponen a esa conclusión.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el líder autonómico socialista más crítico con la ley de amnistía, no acudió al subrayar que los presidentes de comunidades no son “monaguillos” de los aparatos de los partidos.
Díaz Ayuso acusó al Gobierno de haber hecho bandera del “frentismo, la mentira y traicionar” el mandato de las urnas y la Constitución. “Estamos ante un golpe programado y por etapas y será imparable si no reaccionamos a tiempo. Estamos ante un golpe contra la unidad nacional, la democracia y el Estado de derecho”. Se preguntó cuándo el PSOE se ha olvidado de la solidaridad y la igualdad y les ha advertido que “nos rompe a todo”, también a los socialistas. Se preguntó cómo una “consulta legal puede ser convivencia y este debate la rompe”. Asimismo, apuntó que “no es normal en ningún país democrático que el Gobierno dependa de quien tiene como objetivo declarado liquidar la nación”. La presidenta madrileña cargó contra la amnistía que tildó de “humillación pública para que quede claro quién manda”. “Es tan humillante para los españoles lo que han dicho los independentistas que parece mentira que lo apoyen los socialistas” y se preguntó “¿qué concordia?”. “Hacen su proyecto corrupto su modo de vida” e indicó que solo necesitaban un gobierno “débil” para poderlo aplicar.
El presidente del PP, Jorge Azcón, destacó el hecho sean amnistiados los más graves delitos contra el Estado. Advirtió del “impacto directo” que la amnistía tendrá sobre la merma de los ingresos del Estado e incidió en que “rompe el principio de igualdad” y con ello el del Estado de derecho. Porque, aseguró, “se permite que se pueda delinquir sin consecuencia alguna” y divide a los españoles entre españoles de primera y segunda. Azcón aseguró que desde Aragón se han rebelado contra ello y desde su comunidad autónoma garantiza que seguirán haciéndole frente a los intentos de acabar con el principio de igualdad. “Aragón no se rinde y seguirá dando la batalla en lo que consideramos una ley vergonzosa”.
Por Extremadura, su presidenta, María Guardiola, apuntó que con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “la verdad se convirtió en un acontecimiento póstumo”. “La ley de amnistía no es una reconciliación sino una deslealtad, la ruptura” para así, lograr la “perpetuidad” de Sánchez mientras ignora a las comunidades autónomas que gobierna el PP y “le da todo a los independentismos”. “Mandar manda cualquiera, gobernar exige dignidad y moralidad”.
