La muerte de Alain Delon a los 88 años ha dejado a sus
incondicionales fieles huérfanos. La pérdida de uno de los grandes iconos del
cine francés ha sido un revés inesperado, no solo para su público, sino también
especialmente para sus seres queridos, que lloran desconsolados mientras se
adentran en el duelo. Pero también con un quebradero de cabeza, pues llega el
decisivo momento de abrir el testamento y descubrir cómo se va a repartir su
ingente patrimonio. Una herencia que no está exenta de polémica, que se estima
que ronda los 200 o 300 millones de euros, por la desigual forma en la que va a
ser repartida. Pero incluso desde mucho antes, después de que el actor sufriese
un derrame cerebral en 2019 e hiciese que sus hijos comenzasen a interesarse
por su legado y qué porción del pastel les correspondería.
La tensión entre los hermanos ha generado ríos de tinta en
los últimos años. Sus diferencias a la hora de entender lo que es justo a la
hora de repartir el patrimonio de su padre, les ha hecho adentrarse en una
batalla amarga que les ha enfrentado en bandos. Por un lado están Anthony y
Alain-Fabien, que han resultado perjudicados en la redistribución de la fortuna
mediante la apertura del testamento, pues la mitad de su patrimonio irá a manos
de su hermana Anouchka, de 33 años, fruto de una relación del actor con la modelo
holandesa Rosalie van Breemen. Como cabría esperar, no ha sentado nada bien a
sus hermanos que “la niña de los ojos” de su padre salga tan favorecida en
comparación.
Alain Delon tenía claro que sus hijos estarían a la gresca
hasta el final de sus días, de ahí que se asegurase que todo quedaba atado tras
su muerte. Por eso se preocupó es repartir de manera justa sus propiedades,
entendiendo que esto pasa por cederle la mitad a su hija Anouchka, mientras que
la otra mitad se repartiría entre sus hermanos. Algo que ha generado un gran
revuelo, pero que era esperado por la mayoría. Su niña es uno de sus pilares
fundamentales, fiel escudera y con la que ha compartido las grandes alegrías de
su vida. Le acompañaba en muchas de sus salidas públicas, pero también privadas
o durante su recuperación del ictus en Suiza. Su admiración por su padre le
hizo seguir sus pasos. Compartieron rodaje con la película ‘Le lion’ (2003) y
desde entonces la actriz ha gozado de buena popularidad, siempre bajo el amparo
de su progenitor.
No es que sus otros dos hijos le desatendiesen, pero Alain
Delon ha estado bajo los inestimables cuidados de su hija Anouchka desde que en
2019 sufriese el ictus. Sus hermanos han estado pendientes de su evolución a
duras penas, no tanto por dejadez, sino porque acusaban a ella de controlar el
flujo de información sobre el estado de su padre. Les impedía verle tanto como
deseaban, de ahí que se enzarzasen en batallas mediáticas. Esto quedó atrás y
la muerte del actor ha dejado como innecesarias muchas conversaciones. Los tres
han aceptado con agrado el reparto de la herencia, pese a que sea desigual y
brinde a ella el doble que a sus hermanos. Ahora se verá cómo materializan este
reparto, pues en el patrimonio del icono del cine galo había lujosas propiedades
como el Château de la Crùlerie en Douchy o una espectacular mansión en Suiza,
además de muchas piezas de arte de gran valor. Una colección que se ha ido visto
mermada en los últimos tiempos, al venderse algunas de sus obras más destacadas, a cambio de millones de euros que seguro sus hijos agradecerán.
