Cada español consume, de media, más de 500 tazas de café al año, según datos de 2022 de la Asociación Española del Café. Y cada vez con más frecuencia, impulsadas por la expansión del café de especialidad, las personas buscan fuera y dentro de casa una bebida de alta calidad. A la hora de comprarlo, Marisa Baqué, catadora y propietaria de Bb’s Café, recomienda fijarse en que el café que se reciba sea lo más recientemente tostado posible, y si no lo pone en el paquete “es una información que se puede solicitar”. De hecho, Baqué se inclina por comprarlo para consumirlo a lo largo de no más de un mes, aunque recuerda que “si está bien envasado y guardado en un lugar con temperaturas no demasiado altas, el café puede estar muy bien durante los dos primeros meses de haber sido tostado. Luego aparecerán ligeras notas de sabor algo rancio. Ya después de los seis meses estará bastante rancio”. En esto coincide Willy Gómez, del tostador gallego Astro, que aconseja fijarse, además de en la fecha de tueste, en la trazabilidad “no solamente en el país de procedencia, sino en datos como la finca, la altura, el productor, varietal, el proceso y las notas de cata”.