El verano es sinónimo de sol, mar y arena. Muchos esperan con ansias esta época del año para disfrutar de unas merecidas vacaciones en la playa. Sin embargo, en medio de la emoción y el deseo de relajarse, es fácil cometer errores que pueden poner en riesgo la salud. Desde la exposición inadecuada al sol hasta la elección incorrecta de alimentos, estos descuidos pueden tener consecuencias graves. A continuación, se detallamos seis errores comunes que se deben evitar para disfrutar de la playa de manera segura y saludable.
Exposición al sol sin
protección adecuada
Uno de los errores más comunes y peligrosos es no utilizar protección solar. Según el Dr. Darío de Perosanz Lobo, Médico Especialista en Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, es crucial aplicar crema solar con un factor de protección adecuado para cada tipo de piel. Para la mayoría de las personas de piel clara, se recomienda un factor 50, mientras que para pieles más morenas, un mínimo de factor 30. No hacerlo puede llevar a la acumulación de daño por radiación ultravioleta en el ADN de las células de la piel, lo que puede resultar en mutaciones carcinogénicas. Además, es importante reaplicar la crema cada dos horas y después de nadar o sudar.
Depilación antes de la exposición solar
La depilación es una práctica común en verano, pero hacerlo justo antes de ir a la playa puede ser perjudicial. La piel recién depilada es más sensible y vulnerable, lo que aumenta el riesgo de irritación y erupciones cutáneas al exponerse al sol. Los especialistas recomiendan esperar al menos 48 horas después de la depilación antes de tomar el sol. Esto permite que la piel se recupere y reduzca la posibilidad de sufrir daños. Además, es aconsejable utilizar productos calmantes y protectores después de la depilación para minimizar la irritación.
Uso de maquillaje en la playa
Ir maquillada a la playa es otro error que puede afectar la salud de la piel. El maquillaje puede obstruir los poros y aumentar el riesgo de quemaduras solares. Además, los productos cosméticos contienen químicos que pueden contaminar el agua del mar. Como alternativa, se puede optar por protección solar con color, que es más ligera y adecuada para la playa. Este tipo de productos no solo protegen la piel de los rayos UV, sino que también proporcionan un tono uniforme sin los riesgos asociados al maquillaje convencional.
Falta de hidratación
La hidratación es esencial, especialmente en la playa. La exposición al sol y el calor pueden llevar a la deshidratación, lo que puede causar fatiga, golpes de calor y trastornos renales. Es fundamental beber al menos dos litros de agua al día y llevar una botella de agua a la playa para beber regularmente, incluso si no se siente sed. Además, se pueden consumir frutas ricas en agua, como sandía y melón, para mantenerse hidratado y fresco.
Prescindir de una sombrilla
Aunque la crema solar es esencial, no es suficiente por sí sola. Llevar una sombrilla a la playa proporciona una protección adicional contra los rayos UV. La sombra ayuda a reducir la exposición directa al sol y disminuye el riesgo de quemaduras y cáncer de piel. Es recomendable combinar el uso de sombrilla con ropa ligera y de colores claros, así como sombreros de ala ancha para una protección completa.
Consumo de alimentos inadecuados
Llevar ciertos alimentos a la playa puede ser peligroso debido a su fácil descomposición en altas temperaturas. Carnes, embutidos, huevos, pescados, mariscos y productos lácteos pueden provocar intoxicaciones alimentarias. Es preferible optar por alimentos que se mantengan frescos, como frutas, verduras y snacks secos. Además, es importante mantener los alimentos en una nevera portátil y consumirlos lo antes posible para evitar riesgos.
Tomar estas precauciones no solo protege la salud, sino que también garantiza unas vacaciones más relajantes y libres de preocupaciones.
