Estos son los productos de limpieza que nunca debemos mezclar con la lejía

Estos son los productos de limpieza que nunca debemos mezclar con la lejía

Es importante entender que los productos de limpieza,
incluso aquellos que se pueden comprar en cualquier supermercado europeo, no
están exentos de riesgos. Si bien estos productos cumplen con los estándares
europeos y han pasado diversos controles de calidad para su uso doméstico, el
peligro potencial radica en cómo se utilizan.

En muchos casos, el uso inadecuado de los productos de
limpieza se debe a no seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a la
ventilación, el equipo adecuado y a la forma de uso. Pero, de todos estos
errores, el que quizás sea más peligroso, es la combinación inadecuada con
otros productos de limpieza:

Productos que nunca debemos mezclar con lejía

Como regla general, es preferible no mezclar los productos
de limpieza, especialmente aquellos que son químicamente más fuertes. En la
mayoría de las situaciones, no sólo pueden perder su eficacia cuando se
combinan, sino que también pueden representar un riesgo para la salud de las
personas. Uno de los productos de limpieza con los que debemos ser
extremadamente cautelosos es la lejía.

La lejía puede ser mezclada sin riesgo con agua, jabón
líquido neutro y detergente líquido neutro para lavadora. Sin embargo, la lejía
nunca debe ser mezclada con amoníaco, vinagre, ácido cítrico, alcohol, agua
oxigenada, peróxido, carbonato, bicarbonato, percarbonato, limpiadores
multiusos, cualquier tipo de ácidos y desinfectantes, incluyendo bactericidas
como el Sanitol.

Debemos prestar especial atención a la mezcla de lejía y
amoníaco. A pesar de las advertencias constantes de que estos dos productos
nunca deben ser combinados, la mezcla de lejía y amoníaco sigue siendo la que
más accidentes domésticos provoca. Cuando se combinan, se produce gas de
cloramina, un vapor tóxico que puede afectar directamente al sistema
respiratorio y causar daños graves, incluso la muerte. Un problema adicional es
que a menudo no se detecta, ya que el olor no es desagradable.

Otra recomendación al utilizar lejía es siempre mezclarla
con agua fría. Aunque puede haber rumores de que el uso de lejía caliente es un
método de limpieza más efectivo, esto es extremadamente peligroso ya que la
lejía libera vapores tóxicos que pueden dañar nuestras vías respiratorias.
Además, si la lejía se evapora, pierde su capacidad para desinfectar.

Por último, es importante señalar que la combinación de
vinagre y lejía también puede ser peligrosa. La mezcla de estos dos productos
produce gases tóxicos, específicamente gas cloro, que puede ser perjudicial
para nuestra salud. Este gas puede causar irritación en los ojos, nariz y
garganta, al igual que dificultades para respirar si se inhala en grandes
cantidades. Por lo tanto, es crucial evitar combinar estos productos y asegurarse
de mantenerlos en lugares separados y en envases debidamente etiquetados para
prevenir cualquier tipo de accidente.

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