Publiqué un artículo el 9 de marzo pasado que se titulaba Herederos sin testamento, y en él comentaba el uso asimétrico de la locución “herederos” en función de qué político se halle en el uso de la palabra. Para los portavoces de la derecha, Bildu es heredera de ETA. Para los portavoces de izquierda, el PP es heredero del franquismo (esta afirmación aparece significativamente menos que la otra).