La lucha contra el fuego se repite cada año. 2023 registró más de 7.700 incendios forestales que calcinaron 90.000 hectáreas en España. 2024 encara la temporada con un riesgo por sequía que las recientes lluvias no acaban de sofocar y con una subida de las temperaturas, factores que favorecen la proliferación de incendios y su rápida propagación.
Para hacer frente a este escenario, la inteligencia artificial (IA) se configura como una aliada en la protección de entornos forestales, vidas y recursos. Los algoritmos avanzados y el procesamiento de datos en tiempo real permiten anticiparse a situaciones de riesgo minimizando su impacto. Además, gracias al aprendizaje automático y a su capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes, mejora su precisión y evita falsos positivos.
Tomar decisiones informadas puede ser determinante en situaciones de riesgo inminente. Junto a los medios de prevención tradicionales –como podas y desbroces–, la inteligencia artificial contribuye de manera significativa a la preservación de los recursos naturales y a la seguridad de las comunidades afectadas.
Ya son varias las soluciones que diferentes empresas están desarrollando para sacar el máximo partido de la IA. La de Minsait (Indra) emplea visión artificial e IoT (internet de las cosas, por sus siglas en inglés) en dispositivos que, instalados en torres y tendidos eléctricos, permiten anticiparse al fuego, evitando que se desencadenen los incendios e impactando de forma positiva en la infraestructura de las distribuidoras de electricidad y en el entorno natural donde operan estas compañías.
Esta innovación impacta de forma positiva sobre la biodiversidad; las torres de media y alta tensión suelen estar localizadas en espacios naturales de alto valor ecológico. Además de las líneas eléctricas, el sistema de detección desarrollado por la empresa tecnológica resulta también adecuado en enclaves como granjas o vías de ferrocarril, que a menudo atraviesan terrenos con un alto riesgo de incendios.
Para identificar y minimizar incendios de forma temprana en grandes masas forestales, el sistema toma imágenes con un campo de visión de 360 grados durante las 24 horas del día, siendo capaz de detectar primeros indicios como focos de luz, humo o puntos calientes. Además, monitoriza el entorno a través de unos sensores que identifican aspectos como la temperatura, la humedad o la presión atmosférica y procesa los datos para el envío de alertas a los centros de control de emergencias.
Otra de las ventajas de estos dispositivos es que se alimentan de energía fotovoltaica y la almacenan, garantizando su autonomía y funcionamiento de forma ininterrumpida. Además, un software de control hace posible que el sistema pase a estado de suspensión después de cada operación para minimizar su consumo.
Junto a los avances en materia de prevención de riesgos y sostenibilidad, este dispositivo inteligente permite a las distribuidoras eléctricas reducir costes, se adapta a los cambios con facilidad y su instalación y mantenimiento son sencillos. Asimismo, está preparado para albergar otros casos de uso adicionales a la detección de incendios, como son la identificación de construcciones ilegales bajo el tendido, la detección de nidos en apoyo, la monitorización del estado de los trazados eléctricos o la realización de mantenimiento predictivo, entre otros.
5G privado
La solución de Minsait y las distintas tecnologías están habilitadas para la utilización de redes privadas de 5G, especialmente pensadas para instalaciones localizadas en zonas de difícil acceso donde las condiciones dificultan el uso de redes wifi o fibra óptica.
Otro ejemplo de innovación al servicio de la sostenibilidad, con posibilidad de emplear redes privadas de 5G, es la solución de Minsait para proteger la avifauna en los parques eólicos.
Con tecnología de radar 3D, visión artificial, algoritmos y análisis forense, detecta la presencia de aves, identifica su especie, hace el seguimiento de su itinerario y, si advierte que van a chocar con un molino, manda una señal y frena el giro de las aspas en tiempo real, reduciendo el número de impactos de ejemplares protegidos como águilas, buitres, alimoches o milanos en su ruta a través de los aerogeneradores.
