La obsesión de un emir por los caballos y Saladino

La obsesión de un emir por los caballos y Saladino

Rodeado de hermosos ejemplares de caballos Pura Raza Española, en la pradera de la yeguada de La Cartuja de Jerez, Gonzalo Giner (Madrid, 1965) presentó su última novela, «La sombra de los sueños» (Planeta). No fue casual. El autor del célebre «Sanador de caballos» escogió la ganadería más importante y antigua de España –este año La Cartuja-Hierro del Bocado cumple 540 años– porque «lo que pasa aquí es un espejo de lo que ocurre en las caballerizas del palacio de Jalid bin Ayub», el emir de Fuyarja, protagonista de «La sombra de los sueños», una novela de acción y aventura, cargada de conspiraciones y suspense, en una trama que discurre a caballo entre los siglos XII, XX y XXI.

Si la yeguada de La Cartuja de Jerez se dedica a la cría del caballo cartujano, con servicios reproductivos para la mejora genética de la raza equina, en las caballerizas del palacio del emir de Fuyarja se busca la recuperación de un caballo único, el de Saladino, «con fines más oscuros», adelantó Giner en una rueda de prensa en la yeguada de Jerez. Para ello Jalid reunirá a un equipo de profesionales, de distintas partes del mundo: Sarah, una parisina nieta de un famoso judío ilusionista; Amina, una zooarqueóloga egipcia, Ma Zhao, un científico chino encarcelado por saltarse las normas éticas, y Pawel, un eminente veterinario.

Para sacar adelante su proyecto científico, el emir de Fuyarja consigue hacerse con los restos arqueológicos de los caballos más importantes de la historia: Marengo, Incitatus, Bucéfalo y Palomino, que llegaron a compartir fama con Napoléon, Calígula, Alejandro Magno y Simón Bolívar. Pero le falta el más importante, Shujae, el fiel escudero de su admirado Saladino.

«¿Hasta dónde uno es capaz de llegar para cumplir sus sueños? ¿Dónde están los límites? ¿Todo vale? Hay un mantra muy integrado en la sociedad de que hay que luchar por los sueños, pero algunos tienen límites complicados». Estas preguntas, apunta Gonzalo Giner, saltan a lo largo de la novela y también en los personajes: uno histórico Saladino, y otros cuatro actuales. «Todos ellos tienen sueños poderosos y todos tienes que saltarse límites morales», avanza el escritor.

Jalid busca recuperar de alguna manera a Saladino para el mundo. Busca su propio «Renacimiento». En este camino no solo necesita resucitar a Shujae, «también ser poseedor de otros objetos que otorgan poder». Por eso la novela transcurre en escenarios como las Galerias Ufizzi de Florencia, donde se expone «La cabeza de medusa», de Caravaggio, que representa al monstruo de la mitología griega que convertía en piedra a aquel que la mirara a los ojos; el castillo de Nuremberg, donde las tropas norteamericanas rescataron la Lanza de Longinos –la que atrevesó el cuerpo de Jesucristo cuando estaba en la cruz– tras ser adquirida por Adolf Hitler; y el castillo de Saladino, en el norte de Siria, muy cercano a Alepo, pues se cuenta que «el Brazo guerrero de Alá» pidió un trozo del santo cáliz para sanar a su hija, gravemente enferma.

El emir del pequeño emirato ideado por Gonzalo Giner busca reunir todo el poder posible, desafiando límites morales y éticos, para recuperar el esplendor de la época de Saladino, gran sultán de Egipto y unificador del Islam. Sin conocer a Saladino es imposible entender esta novela, con la que su autor no busca «mitificarlo» pero sí rescatar a esta figura «para entender una civilización»: «He trabajado mucho para entender la figura de Saladino, un personaje «histórico polífacético, culto, buen padre, amante de los caballos y, en realidad,

un hombre de paz».

En «La sombra de los sueños» el el fin justifica los medios, «pero en la realidad no debería ser así».Con excepciones. La trama del libro justifica las técnicas científicas de clonación para un fin mayor. Un debate actual que de nuevo se ha desatado tras la elección del polémico Javier Milei como nuevo presidente de Argentina. Milei convive con cuatro mastines clonados de Conan, su perro fallecido en 2017 y al que el mandatario ha expresado en multitud de ocasiones su amor en público. A Gonzalo Giner se le preguntó e donde presentó su última novela, y dónde trabajan con técnicas de reproducción para garantizar la pureza genética de los equinos cartujanos, si está de acuerdo con esta práctica. «No me parece mal, siempre que se haga con animales, es una técnica de reproducción más», apuntó el autor.

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