¿Por qué Jordania, en otro tiempo enemigo de Israel, se ha convertido en su más fiable aliado regional?

¿Por qué Jordania, en otro tiempo enemigo de Israel, se ha convertido en su más fiable aliado regional?

Con la decidida intervención de sus sistemas de defensa en la noche del sábado y la madrugada del domingo, la monarquía hachemita dejó claro que es un sólido y fiable aliado de Tel Aviv, como lo es de Estados Unidos. Su fuerza aérea interceptó y derribó decenas de drones enviados por el Ejército iraní que violaron su espacio aéreo camino de territorio israelí. Un apoyo a Israel que no ha pasado inadvertido para la República Islámica, que amenazaba ayer con atacar Jordania si “cooperaba” con Tel Aviv.

Fuentes de seguridad del Estado árabe aseguraban ayer que las fuerzas armadas se encontraban en estado de máxima alerta y que sus radares monitoreaban todo movimiento de drones procedentes de territorio sirio e iraquí. Según testimonios de vecinos, pudieron verse varios drones cruzando los cielos de varios distritos del sur de Amán, la capital jordana -a la que separan apenas 60 kilómetros de Jerusalén.

Las autoridades jordanas anunciaron el cierre de su espacio aéreo al comenzar la noche del sábado en previsión de lo que la inteligencia estadounidense daba como “inminente” ataque directo del régimen de los mulás a Israel. A lo largo de la mañana de ayer y una vez que se dio por finalizada la agresión iraní, las autoridades jordanas, como las iraquíes, decidían reabrir su espacio aéreo.

Con su actuación en la crisis desatada por el ataque con drones y misiles contra Israel, Amán despeja todas las dudas sobre su posicionamiento en el conflicto en siete frentes que se libra desde hace meses en Oriente Medio. A pesar de las críticas contra la operación de las FDI contra Hamás en la Franja de Gaza, lo cierto es que la monarquía encabezada por el rey Abdalá II, enemiga de los islamistas, de Hamás y de la República Islámica, ha hecho oídos sordos a las voces en el seno del país que le piden que rompa relaciones diplomáticas con Israel.

No en vano, Jordania alberga la mayor población de refugiados palestinos -en torno a 2,5 millones de personas, o lo que es lo mismo, una de cada cinco habitantes, confinadas en más de una docena de campamentos— y es un firme defensor de la solución de los dos Estados.

Los alrededores de la Embajada israelí en Amán han sido escenario de varias protestas desde que comenzó la guerra en Gaza.

La monarquía hachemita ha pasado de ser enemigo – no en vano, Amán fue integrante de las alianzas árabes que se enfrentaron a Israel en 1948, 1967 y 1973— a convertirse en el más fiable aliado en el conjunto de Oriente Próximo. Tel Aviv y Amán firmaron en octubre de 1994 el Tratado de Wadi Araba con el que normalizaron sus relaciones. Un acuerdo que supuso hace casi treinta años el reconocimiento mutuo entre la prooccidental monarquía hachemita e Israel como Estados soberanos.

El citado tratado de paz fue el segundo suscrito entre Tel Aviv con un país árabes después del firmado en 1979 entre el Estado de Israel y Egipto. Mauritania se uniría a Jordania y Egipto en 1999 para convertirse en el tercer país de la Liga Árabe en normalizar relaciones con Israel. Hubo que esperar a la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020 para que Tel Aviv estableciera relaciones diplomáticas con nuevos Estados árabes, en este caso Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y, finalmente, Marruecos.

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