Rusia aprende de los errores militares en Ucrania y perfecciona su ejército

Rusia aprende de los errores militares en Ucrania y perfecciona su ejército

El ejército ruso está evolucionando a marchas forzadas. Lejos queda 2022, el primer año de la guerra, cuando los oficiales ucranios y los analistas militares occidentales se sorprendían de la falta de preparación, material y táctica, de las tropas invasoras. Fue en buena parte gracias a ello que las Fuerzas Armadas Ucranias pudieron hacer retroceder al enemigo en tantas provincias, desde Kiev hasta Jersón. Pero la realidad hoy es diferente. “El ejército ruso ha demostrado una habilidad acelerada en el último año para aprender y adaptarse al campo de batalla, en lo táctico y en lo tecnológico”, afirmó el 11 de abril el general Christopher Cavoli, comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Europa. El poder militar del Kremlin, añadió Cavoli, “se ha convertido en una estructura que aprende y que tiene poco que ver con las fuerzas que invadieron Ucrania hace dos años”.

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“Esta guerra nos ha demostrado que en Europa habíamos olvidado cómo era una guerra, que nadie creía que un conflicto pudiera alargarse años con tanta gente y armas”, manifiesta el director de CAST (Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías), en su oficina del centro de Moscú. Ruslán Pujov recalca que todo el mundo ha prestado demasiada atención a las lecciones militares de Estados Unidos en Irak, Yugoslavia o Libia cuando esta guerra tiene más parecido con la de Irán e Irak (1980-1988) e, incluso, con la guerra civil española.

“En España surgió un frente posicional largo, con densidades de tropas relativamente bajas en ambos lados, mucho más bajas que en las guerras mundiales, y las armas no eran suficientemente potentes para romper las líneas defensivas. Franco fue capaz de resolver este problema con pequeños ataques aplastantes y la concentración de la aviación en sus ofensivas, lo que sería repetido por los alemanes con la guerra relámpago”, señala Pujov.

El frente de Ucrania y el español en 1938 tienen una extensión similar, unos 2.000 kilómetros, y cifras parecidas de combatientes. Vladímir Putin declaró en diciembre que unos 617.000 militares rusos participaban en su invasión. Las Fuerzas Armadas Ucranias cuentan con 900.000 personas, y de estas, más de medio millón estarían operando en el frente. Según La Guerra Civil Española, del historiador Hugh Thomas, republicanos y franquistas contaban con entre 450.000 y 600.000 soldados en 1938.

“Los republicanos tuvieron su oportunidad hasta otoño de 1937″, afirma Pujov, “pero no pudieron resolver el problema de la lucha posicional y fracasaron en todas sus ofensivas. Una larga guerra de posiciones sin perspectiva de éxito condujo a su desintegración: comprendieron que todavía podían resistir cinco meses o diez años, pero su causa estaba perdida”.

Rusia también sufre un problema parecido. “El ejército ruso no estaba diseñado para una picadora de carne tan intensa”, admite el director de CAST, aunque enfatiza que Rusia “reclutará a más gente y no perdona, ni a ella, ni a los demás, ni a civiles, ni a militares”. “Esta es la forma rusa de hacer la guerra. Y sí, es sangrienta y cruel”, advierte. No obstante, ambos países tienen problemas para alistar gente: “Son dos sociedades postindustriales modernas”.

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