Seis horas es el tiempo medio que los 1,3 millones de habitantes de Járkov están cada día sin electricidad. Rusia ha destruido en las dos últimas semanas un central térmica, ha dañado otra y ha golpeado todas las subestaciones eléctricas de la segunda mayor ciudad ucrania. La población padece cortes de luz y en muchos casos del suministro de agua —el bombeo requiere también de electricidad—. Járkov ha sufrido la peor parte de la actual ofensiva del Kremlin contra el sector energético ucranio.