Sevilla inicia desde este martes y hasta el jueves a las ocho de la tarde su particular procés de farolillos. Casi 600.000 personas, entre vecinos empadronados en la capital andaluza mayores de 18 años, titulares de casetas y propietarios de coches de caballos, están llamados a votar en el referéndum organizado por el Ayuntamiento hispalense para decidir qué modelo de Feria de Abril quieren: el actual —también decidido en consulta popular en 2016― que va de sábado a sábado o el tradicional, que arranca en lunes con la noche del pescaíto y termina el domingo con los fuegos artificiales. Al margen de la duración, tras la consulta subyacen debates importantes relacionados con la masificación y sus efectos en el transporte y la seguridad, la inclusión de público del resto de la provincia o el impacto económico y el reparto de los beneficios millonarios que genera un evento que supone el 3% del PIB de la capital.