La reunión de la Mesa del Congreso de este martes ha albergado un debate sobre el requerimiento remitido por el Senado para que se retire la proposición de ley de amnistía ya que la Cámara controlada por el PP considera que la iniciativa es una “reforma encubierta de la Constitución” y se debería de tramitar como modificación de la Carta Magna. Finalmente, se han impuesto la mayoría de PSOE y Sumar y han tumbado ese requerimiento sin pasar por el Pleno del Congreso, lo que el PP considera que es una “extralimitación” de las funciones de la Mesa porque ese requerimiento debe ser debatido y votado por toda la Cámara. Según fuentes de los populares, de no ser así, se está “hurtando” la voz a todos los representantes parlamentarios que no están presentes en la Mesa y eso es un “fraude de procedimiento”.
Por ello, según estas mismas fuentes de los populares, se debe convocar un Pleno extraordinario para debatir y votar el requerimiento del Senado. Ese requerimiento del Senado es el punto de partida para plantear un conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional con el objetivo de paralizar la amnistía. Sin ese paso, no se puede dar el segundo. En todo caso, ahora mismo, la intención de la presidenta del Congreso Francina Armengol es remitir ese acuerdo de la Mesa al Senado y, a partir de ahí, la Cámara Alta tendrá que decidir si acude ya al Constitucional.
De momento, en el PP evitan avanzar escenarios y pretenden dar batalla contra la decisión tomada por la Mesa del Congreso ya que consideran que no es válida.
Con el requerimiento del Senado enviado al Congreso, se pretende que la Cámara Baja retire la amnistía: si no es así, la Cámara Alta puede ir directamente ante el Constitucional para que se pronuncie.
En el PP denuncian la respuesta que ha dado la presidenta del Congreso a ese requerimiento por dos motivos: porque la contestación ha entrado en el fondo del asunto, asegurando no es “procedente” presentar un conflicto de atribuciones, cuando es algo que corresponde al Tribunal Constitucional; y, porque la Mesa del Congreso no tiene competencia para responder al requerimiento del Senado, sino que es algo que corresponde al Pleno del Congreso para que puedan expresarse todos los representantes.
