Este impresionante pueblo medieval es el mejor situado para viajar desde cualquier punto de España

Este impresionante pueblo medieval es el mejor situado para viajar desde cualquier punto de España

España es un país ideal para realizar escapadas de estancias cortas. Suele ser la característica principal de los turistas, pasar un buen fin de semana o un Puente en un lugar no muy lejano de casa, y que cuente con una serie de atractivos. Pues existe un lugar único en España que está considerado como el
pueblo mejor situado desde cualquier punto de la península. Se trata de uno de
los municipios más bellos de nuestro país, y ostenta este reconocimiento ya que
está a una hora y media de Madrid, a
ocho horas de Tarifa, a seis del Cabo de Finisterre y a cuatro horas y media de
Valencia.

Se trata de una villa medieval amurallada, cuya
rehabilitación motivó su declaración como Conjunto Histórico en 1951. Su nombre
parece derivar de la Pretaria romana, aunque los primeros datos históricos se
remontan a Fernando Gómez de Albornoz, comendador mayor de Montalbán, que fue
nombrado por el rey Enrique II de Castilla señor de Pedraza, que es del pueblo
del que os estamos hablando, y que se encuentra en la provincia de Segovia.

En los siglos XVI y XVII tuvo lugar la época de mayor
esplendor de este municipio segoviano, y es de cuando datan la mayor parte de
casas y palacetes. Esta prosperidad se debió, entre otros motivos, a la
exportación hacia el norte de Europa de la lana de sus rebaños de ovejas
merinas y a sus excelentes tejidos, capaces de competir con los mejores que se
elaboraban en Flandes.

En la actualidad esta villa cuenta con unos 125 vecinos, y
todos ellos viven del turismo, por lo que en el municipio se pueden encontrar
numerosos asadores, tiendas de decoración, mueble rústico, artesanía, jabones o
chocolates, entre otros. Además reúne numerosos atractivos turísticos, entre
los que destacan:

– La Plaza Mayor: Es la quintaesencia de la Villa. Una
típica plaza castellana, que se ha ido formando poco a poco a lo largo de los
años. Irregular, algo anárquica y bastante destartalada, es una plaza hecha a
retazos, con derribos aprovechados. Nadie la diseñó y es hermosa, una de las plazas mayores más
bellas de España. El conjunto más llamativo son las casas porticadas frente a
la iglesia. Originalmente dos casas del siglo XVI convertidas luego en cuatro
viviendas. Los soportales se añadieron con posterioridad una vez que los
señores feudales abandonaron el castillo al perder sus privilegios sobre la
Villa. De hecho, los fustes y capiteles de las columnas pudieran proceder del
propio castillo.

– El Castillo: Se trata de una fortaleza edificada en el
siglo XIII y reedificada en el siglo XV. De ese siglo es la torre del homenaje.
Dentro del castillo, en la escalera que da paso al aljibe, se conserva el
escudo de los Herrera, anteriores a los Fernández de Velasco. Los duques de
Frías, condestables de Castilla, volvieron a reformarlo en el sigl XVI de donde
data la estructura que actualmente se ve. A este castillo se vinculan sucesos
históricos como la prisión de los hijos del rey de Francisco I de Francia desde
1525 a 1529 y también alguna que otra leyenda. En 1926, cuando lo adquirió el
pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauró una
de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las
gentes de Pedraza.

– La Iglesia de San Juan Bautista: Situada en el lado sur de
la Plaza Mayor, nos deja apreciar restos de su original estilo románico, como
su altiva torre con arquería en su cima y el ábside que ahora se puede apreciar
desde la pequeña plaza recuperada para regocijo del visitante a la que se tiene
acceso desde la Plaza Mayor a través de un pasadizo situado casi bajo la torre.
El antiguo estilo románico sufrió un revestimiento que ha dotado al interior
del templo de un singular encanto. La pila bautismal es una notable pieza
románica del siglo XIII.

– La Iglesia de Nuestra Señora de las Vegas: Este templo se
construyó sobre los restos de otro romano y de una basílica paleocristiana, a
finales del siglo XI y principios del siglo XII. En el año 1969 fue declarada
Monumento Nacional.

 

– La Cárcel de la Villa: Edificio medieval del siglo XIII y
reconstruido en el siglo XVI propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de
Pedraza que se abrió al público el 1 de abril de 1994 gracias al esfuerzo de la
Fundación Villa de Pedraza, que desde entonces la gestiona y cuyos guías
colaboradores se ocupan de mostrarla.

El visitante podrá ver cómo era una mazmorra, el cepo de
pies para inmovilizar a los presos, un grillete para el cuello, la gran
chimenea con escudo, los retretes de “caída libre”, las lóbregas
mazmorras de los pisos bajos y las originales celdas de madera, el camastro de
los presos y un largo etcétera.

Los herederos del artista han habilitado una segunda torre
como Museo Zuloaga donde se exponen de forma rotatoria obras del pintor y en
ocasiones algunas otras obras del patrimonio familiar como un “Cristo” del
Greco, un retrato de “La Condesa de Baena” de Goya y algún bodegón flamenco del
siglo XVII. El Museo, el patio de armas y el aljibe se pueden visitar en grupos
guiados de miércoles a domingo, los días laborales visitas concertadas por
teléfono 921 509 825. Actualmente se ha inaugurado un Museo Taurino
“Ignacio Zuloaga”, instalado en una sala de la hostelería Zuloaga,
que muestra auténticas reliquias del pintor eibarrés.

– Puerta o Arco de la Villa: Es la única puerta de acceso al
municipio. Portones de álamo negro. Arco con dibujo de ladrillo mudéjar. En la
parte superior central, escudo del Señorío de Velasco. En las paredes, a ambos
lados de la puerta, esgrafiado.

– La Calle Real: Nunca cambio su nombre. Es evidentemente la
espina dorsal del pueblo. Conduce hasta la Plaza Mayor y desde allí la calle
Mayor apura hasta el castillo. Los edificios más notables están en esta “milla
dorada”; enseguida llama la atención una casa con balcón de esquina: es la
llamada casa de Pilatos, un caserón del siglo XVI que perteneció a la familia
Ladrón de Guevara.

Enfrente, obligando a la calle Real a hacer un quiebro, se
asienta otra de las casas pedrazanas con más sabor cuyo último de sus tres
pisos es un entramado de madera y ladrillo característico del medievo. En el
último tramo antes de llegar a la Plaza Mayor y en su lado impar se hallan los
escudos de los Pérex, de los Salcedo, de los Velasco y Ladrón de Guevara,
familias que lo ocuparon a comienzos del siglo XVIII.

Pero no todo es patrimonio en Pedraza. La zona también
cuenta con una gran riqueza natural con numerosas rutas turísticas:

– Ruta por la antigua carretera de Turégano a Predraza: El
Guijar y Valdevacas – Arahuetes – Pedraza. El recorrido se inicia en Valdevacas
y finaliza en Pedraza. Su longitud es de 11 kilómetros y la duración es de
cuatro horas. El interés de la ruta es natural, paisajístico e histórico-
cultural. La época recomendada para hacerla es primavera y otoño. El nivel de
dificultad es media. Es un camino poco marcado. Antigua carrera de Turégano a
Pedraza, que enlazaba con Aldealengua y pasaba a Lozoya por el puerto.
Encontramos:

– Caseta de los guardias: Dominando el valle de Santa Águeda
en este refugio de piedra permanecía apostada la Guardia Civil, unos 8 días
mientras duraba la feria de San Andrés de Turégano, vigilando el tránsito de
las recuas de ganado.

– Ruta de los Pescadores: El recorrido se inicia y finaliza
en La Velilla. Su longitud es de 10 kilómetros aproximadamente y la duración es
de cuatro horas. El interés de la ruta es paisajístico y natural. La época
recomendada para hacerla es todo el año pero particularmente en otoño. El nivel
de dificultad es media. Es una ruta circular de ida y vuelta.

El tipo de camino es camino y senda. Se puede hacer en
familia con niños, ya que es divertida por las pasarelas, escaleras, puentes,
etcétera que encontramos a lo largo del recorrido. Estos pasos de pasarelas,
escaleras de madera, etcétera llevan la ayuda de pasamanos de cadenas que
ayudan al paso. La ruta está perfectamente indicada son señales de madera con
los colores blanco y amarillo.

– Camino de San Frutos: Es una ruta por el nordeste de
Segovia, es de 77 kilómetros. Empieza en Segovia y finaliza en la ermita de San
Frutos. Es un camino de peregrinación de alto interés paisajístico y cultural y
funciona como eje vertebrador y de desarrollo económico de los núcleos de
población por los que discurre. Cuenta con dos itinerarios: el original (77 km)
y otro alternativo que cuenta con un tramo no coincidente con el principal de
58,2 kilómetros. Ambos comienzan en la Catedral de Segovia y discurren por
Zamarramala, La Lastrilla, Espirdo, Tizneros, Torrecaballeros, Basardilla,
Santo Domingo de Pirón, Sotosalbos y Pelayos del arroyo (punto donde se
separan).

 

El camino alternativo continúa por Tenzuela, Carrascal de la
cuesta, Caballar, Muñoveros, Puebla de Pedraza, Cabezuela y Cantalejo, para
concluir en Sebúlcor, donde enlaza con el despoblado de San Miguel de Neguera y
de nuevo con el camino original en Villaseca, para llegar a la Ermita de San
Frutos.

Gastronomía

Pedraza también es reconocida por su deliciosos platos. El
municipio asentó sus inicios gastronómicos en los corderos asados para
feriantes y los guisos de la fonda. Hoy ejerce una fascinación casi mágica
entre los excursionistas que ofician el rito de los antiguos tratantes; pero
también entre los gourmet más avezados que gustan de combinar sabores nuevos en
un entorno exquisito, donde lo viejo y lo nuevo se tienden la mano. En
repostería destacan los soplillos, el ponche segoviano y una muy variada
bollería, todo elaborado artesanalmente en los hornos de sus tahonas.

Fiestas y Tradiciones

– Fiestas en Honor a la Virgen del Carrascal: Pedraza
celebra sus fiestas en honor a su patrona, la Virgen del Carrascal, en la 1ª
quincena de septiembre. El día 8 tiene lugar la procesión con la imagen por las
calles del pueblo. Los hombres bailan jotas delante de las andas de la Virgen y
antes de entrar de nuevo a la iglesia tiene lugar la “subasta de palos” pujando
los vecinos por el honor de entrar la imagen sobre sus hombros.

El día 9 tiene lugar el encierro, uno de los espectáculos
más pintorescos, ya que se trae a los toros desde la Dehesa de la Villa a campo
a través con cabestros y mayorales a caballo, dirigiendo con garrochas la
manada. Los días 9 y 10 se celebran novilladas con las reses que subieron a la
Villa en el encierro la mañana del día 9. Desde 1550 los toros son en Pedraza
complemento obligado de las celebraciones religiosas, cerrándose la plaza y la
calle Real con carros y talanqueras; puede verse en las esquinas de las
bocacalles postes de piedra con los huecos donde se encajaban los tablones.

Por su especial configuración, la plaza de Pedraza es uno de
los marcos más pintorescos para festejos taurinos. El día 12 y como fin de las
fiestas, se hace la caldereta en la Plaza Mayor de la que participa todo el
pueblo

– Los Conciertos de las Velas: Cada primer y segundo sábado
de julio, se celebran en Pedraza los Conciertos de las Velas. Organizados por
la Fundación Villa de Pedraza, se trata de un espectáculo sublime en el que se
puede contemplar la belleza de Pedraza iluminada en su totalidad por la luz de
miles de velas, mientras se asiste a conciertos con carteles del más alto nivel
en entornos tan privilegiados como la explanada del castillo, con éste
iluminado de fondo.

 

Este concierto empezó a organizarse en 1993 como una
actividad más de la Fundación Villa de Pedraza y con el paso de los años ha ido
creciendo en calidad e importancia. Se celebra en el patio del Castillo y en la
Plaza Mayor. El día que tiene lugar este concierto, por la noche, el pueblo se
ilumina completamente con velas: desde la muralla hasta el Castillo, por las
calles, en las ventanas, en los zaguanes de las casas haciendo formas en el
suelo, por todas partes ponen las velas. Se llegan a poner hasta 35.000 velas.
Esa noche la iluminación eléctrica queda desterrada.

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