Eusebio Sempere (Onil, Alicante 1923-1985) es el artista alicantino más universal y uno de los máximos exponentes del arte óptico y cinético. Y si el año pasado habría cumplido 100 años, y de hecho 2023 se declaró Año Sempere, en 2024 ya ha aterrizado en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) en una exposición que por primera vez muestra una etapa crucial en su vida, su estancia en París desde 1948 hasta 1960.
Bajo el título «Sempere en París», la exposición, que se puede visitar hasta el 9 de junio en este recinto museístico, reúne más de 70 obras que permiten conocer cómo viajó a la capital de Francia para empaparse de la modernidad de la ciudad y vivió tiempos difíciles.
Un momento crucial
Tal y como explicó la conservadora y responsable de las colecciones del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), Rosa Castells, «nunca hasta ahora se había incidido de esta forma en una etapa fundamental en la obra de Sempere, ya que es en París donde se hizo artista».
Hay que recordar que el MACA existe porque Sempere donó su colección de obras de arte contemporáneo a la ciudad y que el edificio es lo que antaño era la Casa de La Asegurada, la construcción civil más antigua de Alicante, que data del año 1685.
Abstracción geométrica
Gran conocedora de la obra y la trayectoria vital de Sempere, Castells explicó que en su etapa parisina Sempere «profundiza en la abstracción geométrica mientras construye un vocabulario artístico propio que queda reflejado en dos series fundamentales en su trayectoria: los gouaches de París y sus relieves luminosos». Agregó que un número muy importante de obras de estas dos series se conservan en las colecciones del IVAM y del MACA.
Castells detalló que el conjunto completo de los gouaches de París «está compuesto por casi un centenar de obras y aquí exponemos un total de 57. La mayoría de ese centenar se encuentran en colecciones públicas, siendo el IVAM con 23 y el MACA con 62 quienes atesoran ese trabajo que Sempere desarrolla en París de forma callada y silenciosa. Son trabajos sencillos, emotivos e ingenuos que se van complicando, buscando el volumen, la profundidad y el movimiento».
En la exposición se muestran nueve relieves luminosos que Castells definió como «una suerte de artefactos con instalación eléctrica que simulan el movimiento a través de los distintos planos iluminados alternativamente donde se recortan las formas geométricas». Además de obras del MACA y del IVAM, se exhiben otras procedentes de la Diputación de Valencia, de la Fundación Mediterráneo, del Museo Patio Herreriano o del Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante (Mubag).
La muestra también incluye las primeras piezas que realizó Sempere en París y alrededor de 70 documentos inéditos, entre los que destaca su epistolario con otros artistas como Julio González, con la cantante y cupletista Raquel Meller, con su maestro Alfons Roig, con el crítico Vicente Aguilera Cerni y con Loló Soldevilla, la pintora cubana agregada cultural de la Embajada de Cuba en París con quien mantuvo una relación amorosa y profesional. «Hemos querido resaltar la relación entre Sempere y Loló, ella fue un apoyo importante para Sempere», afirmó Castells.
