Hace un par de semanas, Joaquín Reyes dijo que la cultura de la cancelación no existe. Que simplemente es mala prensa e intolerancia a la crítica por parte de quien la recibe. Para ilustrar sus argumentos puso de ejemplo a Miguel Bosé, que se lamentaba de haber sido cancelado desde la portada de un periódico de tirada nacional. “El chiste se cuenta solo”, concluyó.