Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, los vinos de la Denominación de Origen León se están abriendo paso con fuerza en el mundo, gracias a los numerosos reconocimientos que siguen cosechando.
El último, en el prestigioso Concurso Internacional de Vinos y Espirituosos (Cinve), uno de los dos grandes certámenes internacionales entre los que se celebran en España que este año ha alcanzado su vigésima edición.
Un certamen en el que se ha premiado con una medalla de oro al Esencia 33, blanco de la variedad albarín, y una de plata al Esencia 33 rosado de Prieto Picudo, ambos de la bodega Meóriga, de la localidad vallisoletana de Mayorga de Campos, que compitieron en representación y bajo la certificación de la Denominación de Origen León.
El segundo vino galardonado repitió el éxito alcanzado recientemente en el Concours International de Lyon. Para el primero de ellos fue el tercer galardón de esas características, mientras que el segundo acumula ya ocho como reconocimiento a la calidad de elaboración de la sociedad que tiene su sede en Tierra de Campos.
Por otra parte, cabe señalar que el también rosado de 2023 Gurdos, de la bodega Gordonzello (Gordoncillo), acaba de sumar a su palmarés un Gran Oro en el Concurso del Casino de Madrid, que ideó y dirigió durante años la desaparecida enóloga María Isabel Mijares. Eso supone que esta referencia representará durante un año a la Denominación de Origen León en la carta de vinos de esta histórica institución de carácter social, uno de los grandes templos vinícolas del país.
La misma bodega sumó un Bacchus de Oro en el XXII Concurso Internacional de Vinos, Vermuts y Espirituosos Vitivinícolas para el Kyra de la añada 2021, un blanco albarín de larga crianza en barrica. Finalmente, el Negro de Viña de la pequeña bodega familiar de Petra Merino (Grajal de Campos), un tinto de mencía presentado en formato magnum, que debutó en concursos de prestigio con un gran oro en el International Virtus de Lisboa.
